El sistema inmunitario desempeña un papel importante en la protección de su cuerpo contra bacterias, virus y otros elementos que podrían enfermarlo. El sistema inmunitario suele ser bastante bueno en la defensa del cuerpo contra infecciones y otros cambios indeseados. Sin embargo, en algunas personas, el sistema inmunitario ataca equivocadamente partes sanas del cuerpo. Los ataques equivocados pueden ser contra células, tejidos y órganos específicos, provocando daños que a veces pueden llegar a ser potencialmente mortales. Esto se conoce como un trastorno autoinmunitario.
La inflamación es la respuesta del sistema inmunitario a un problema como un microrganismo o una lesión física. La inflamación se puede presentar como enrojecimiento, hinchazón o dolor. Sin inflamación, las heridas tendrían problemas de curación y las infecciones podrían empeorar.
Sin embargo, si la inflamación es crónica (continúa durante demasiado tiempo), podría comenzar a dañar células, tejidos y órganos sanos. Esto puede provocar afecciones graves como daño en las articulaciones y enfermedades cardiovasculares.