En 2013, Kelly encontró a su entonces novio, Eric, sangrando en el baño. Este descubrimiento, y su posterior diagnóstico de colitis ulcerosa, podrían haberlos separado. En cambio, solidificó un vínculo que se mantuvo durante los años de participación de Eric en un estudio clínico de colitis ulcerosa.
Kelly y Eric acababan de graduarse de la universidad y estaban ansiosos por empezar sus carreras en 2013. Queriendo concentrase centrarse en esos esfuerzos, Eric inicialmente buscó remediar sus problemas gastrointestinales repentinos con una mejor nutrición y fuerza de voluntad. Kelly, con la ayuda de su madre, lo instó a ver a un médico. Kelly argumentó, con éxito, que un problema de salud persistente solo podía retrasarlo.
Eric recibió rápidamente un diagnóstico de colitis ulcerosa (CU) de un médico local. Desafortunadamente, tantos los medicamentos de venta libre como los recetados resultaron ineficaces para controlar sus síntomas durante aproximadamente un año. Durante todo el tiempo, tuvo dolor abdominal crónico, una necesidad repentina y frecuente de ir al baño, y sangre en las heces.
“Hablamos con varios médicos diferentes. Cada vez, comienzas con [un nuevo] medicamento y piensas: '[Tal vez] no vaya al baño 30 veces al día'”, dice Kelly. “Básicamente, éramos ermitaños. No salíamos a ningún lado como hacían nuestros compañeros. Seguíamos esperando que lo siguiente fuera la poción correcta. Hubo momentos en los que no sabía si íbamos a lograrlo. Él estaba deprimido, yo estaba deprimida”.
A mediados de 2014, los médicos dijeron que Eric necesitaba una colectomía, una extirpación quirúrgica del colon. Luego, Eric vio a un especialista que le habló de un estudio clínico en el que se evaluaba un posible tratamiento para la colitis ulcerosa. Kelly no estaba segura de si el estudio hiciera una diferencia, pero estuvo de acuerdo con Eric y su madre en que valía la pena intentarlo. Se unió al estudio en el verano de 2014.
Algunas personas recurren a los estudios médicos con el objetivo de seguir adelante con sus vidas. En nuestro caso, fue para empezar nuestra vida.
Kelly
“Se agotaron todas las demás opciones. Estábamos dando un gran salto de fe, poniendo fe en muchas otras personas. Algunas personas recurren a los estudios médicos con el objetivo de seguir adelante con su vida. En nuestro caso, fue para empezar nuestra vida”, dice Kelly sobre la decisión de Eric.
La aprensión de Kelly disminuyó con el inicio de la participación de Eric en el estudio clínico de colitis ulcerosa. Eric y ella se sintieron cómodos y bien informados. “Nos tomaron de la mano. Ninguna pregunta quedó sin respuesta. Renovó nuestra fe en las personas, los médicos y la medicina”, afirma.
A principios de 2015, el personal de la clínica del estudio determinó que la CU de Eric estaba en remisión. Poco después, optó por unirse a otra parte del estudio. Permaneció en el estudio durante varios años más, durante los cuales Kelly y él se casaron y establecieron sus carreras.
“Siempre [nos] ayudaron a tener una actitud positiva y esperanza”, dice Kelly sobre su experiencia en el estudio. “Realmente llegamos a conocer [al personal]”.
Kelly no podía haber predicho que la decisión de Eric de unirse al estudio clínico en 2014 los llevaría adonde lo hizo. “Nos han dado mucho. Somos muy afortunados”, expresa.