Elaine se ofreció como voluntaria para un estudio clínico porque quería ayudar. Rápidamente, descubrió que recibió tanto de la experiencia como lo que aportó a ella. Y eso es lo que nos explicó en esta entrevista (realizada originalmente en inglés).
Elaine, que vive en Florida, se sintió atraída por participar en su primer estudio clínico después de leer un aviso en las redes sociales. El estudio se enfocaba en una vacuna para Clostridium difficile (también conocida como C. diff). La C. diff es una bacteria (microbio) que puede causar inflamación del colon y, en ocasiones, puede conducir a la muerte.
“Cuando me enteré de que estaban probando una vacuna para C. diff, me interesó mucho. Pensé que podía ser algo importante para mí porque no quiero contagiarme ni contagiar a nadie”, dice. “Quería tener la oportunidad de protegerme”.
El estudio incluía citas semanales durante dos semanas. Elaine tomó la experiencia como una aventura. “Traté de aprovechar el día”, dice. “Conocí a muchas personas interesantes”.
Elaine también elogia la ayuda que recibió en el sitio. “[El personal] fue muy directo conmigo en todos los aspectos. Me sentí muy segura durante mi participación”.
Cuando el estudio terminó, Elaine cuenta que sintió tristeza al despedirse. La experiencia le había abierto los ojos sobre la importancia de los estudios clínicos. Desde entonces, ha buscado varios otros estudios clínicos y se ha inscrito para participar en tres de ellos. “A los 65, siento que estoy en un punto donde puedo hacer cosas que realmente ayuden a otras personas, y eso es importante para mí”.
Ahora, Elaine hace todo lo que puede para animar a otras personas a obtener más información sobre la participación en estudios clínicos. Para que la ciencia pueda avanzar y descubrir tratamientos para distintas enfermedades, piensa que todos tenemos una función que cumplir.